El místico y sabio pueblo maya como lo conocemos, no cambio a ser un imperio, pues quienes ostentaban el poder creaban los puestos políticos y religiosos para una organización citadina. para los puestos de gobierno aunque se tenían asignaciones diferentes se levantaba un líder de la misma manera de siempre: eran adoptados por rasgos sanguíneos pasando del padre al hijo mayor. Su organigrama no es tan complejo, consistía en un líder supremo, seguido de un sacerdocio, posteriormente la nobleza y los menos especiales: “la gente común”, desvalorada a pesar de ser ellos quienes conseguían alimento para sí mismos y para la nobleza.
Pero por increíble que parezca había alguien más debajo de éstos, eran los esclavos quienes en su mayoría eran prisioneros de guerra. Tengo claro que para algunos estas formas de gobierno eran, algo crueles, pero así es como se trabaja en la naturaleza política de la humanidad, y que suene que algunos tuvieran privilegios en éste sistema. Sin embargo, para todos era lo mismo, los ricos sufrían igual que los pobres, aunque no se dedicaran a lo mismo.
Ahora conozcamos más sobre la organización política y clases sociales mayas.
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Como la religión era la que regía la sociedad maya, los sacerdotes tenían un fuerte poder político y social. |
Ahora conozcamos más sobre la organización política y clases sociales mayas.
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Cabezas de barro que representan la nobleza maya |
La sociedad maya estaba marcada sobre una base de estratificación social; a la cabeza de la cual se encontraba la nobleza llamados almenehoob (que significaba: los que tienen padres y madres) este grupo privilegiado monopolizaba el poder y la autoridad a ostentar puestos políticos y religiosos.
El gobernante supremo era el halach uinik en quien residía el poder absoluto sobre los asunto terrenales y espirituales, su cargo era hereditario y sobre una sola familia y pasaba del padre al hijo menor. Le seguían de importancia de un lado los jefes locales y magistrado llamados bataboob, que además eran jefes militares, estos le rendían fidelidad al halach uinik y en ocasiones eran familiares, y por el otro lado la clase sacerdotal mayor conocida como ha kinoob.
El sacerdocio también era hereditario y privado de unas cuantas familias de la nobleza. El supremo sacerdote recibía el nombre de ahuacan (que significaba: señor serpiente), sus actividades se relacionaban con el ritual, y los sacrificios, la adivinación, la astrología, los cálculos cronológicos, la educación religiosa y la administración de los templos. Por debajo del ahuacan estaban los sacerdotes llamados chilares o adivinos, designados a interpretar los oráculos, y debajo del ahuacan, se encontraban el Jacob y sus asistentes llamados chacoob quienes llevaban acabo los rituales de sacrificios humanos.
Otras personas que formaban parte de la nobleza eran los grandes comerciantes y mercaderes, mejor conocidos por polom pues en sus manos se encontraban la mas importante actividad económica maya, es por ello que fueron aliados poderosos de los militares, pues les informaban sobre las rutas y las posiciones economicas y defensivas de otros pueblos.
Debajo de todo este complejo estrato que era la nobleza, estaba el pueblo, la gente común, nombrada con diversos nombres: yalba uinikoob, chenal uinicoob, memba uinicoob, o pizilcan, todos ellos con un mismo significado: plebeyo.
La gente común era mas numerosa y comprendía a los campesinos, pescadores, artesanos, tejedores, cargadores, etc. El pueblo era el que cultivaba el maíz y producía alimentos para ellos mismos y la clase noble. También eran los que cortaban, labraban y esculpían las piedras que conformarían los grandes edificios, a los que además decoraban sus fachadas con pinturas y mosaicos. Con el tributo y el trabajo, el pueblo era el que sostenía a la clase privilegiada.
Aun debajo del pueblo se encontraba el último peldaño de la organización social: los esclavos, conocidos en masculinos como ppentoc y Munach en femenino. Eran en mayor parte individuos capturados en la guerra o al ser vendido como tal en el comercio.
Al Final los mayas no eran tan racionales, ni la igualdad fue su fuerte, pero esto no quita la buena organización que por mucho tiempo trajo consigo provecho y prosperidad.